Entre abril y junio los precios por m2 en la Ciudad de México y su zona metropolitana presentaron una variación de apenas 0.3% respecto al periodo enero-marzo.
Tres de las tendencias que se observan en el segundo trimestre del año en curso es la moderación en el incremento de los precios de venta, la disminución en el inventario nuevo disponible a la venta y la continuidad en el desplazamiento (ventas).
Distintos factores como la inflación en costos de producción o el alza de tasas de interés provoca cautela en desarrolladores, bancos y organismos nacionales.
El primer semestre del año ha tenido el peor comportamiento, para un primer semestre, en materia de producción de vivienda, de acuerdo con los datos del Registro Único de Vivienda (RUV), y se comienzan a reflejar los efectos del alza en precios de los insumos para la construcción.
De acuerdo con un estudio, en México existe una brecha de vivienda que requiere de la construcción de al menos 800 mil unidades por año que deben cubrirse en los siguientes 20 años, cifra que puede agudizarse debido al cambio en la forma de vida de los mexicanos.
Y para cubrir este déficit, se requiere de un 3.87% promedio de esfuerzo en construcción de vivienda sobre el Producto Interno Bruto (PIB) de los siguientes años, y a menos que se aumente la densidad, se necesitarán más de 13 mil hectáreas para desarrollar.